jueves, 16 de abril de 2009

Golazos:Owen

Agresión a los árbitros.

AGRESIÓN A UN ÁRBITRO EN CEUTA:

Un joven árbitro de Ceuta, de 17 años, fue agredido el día 7 de abril y trasladado al hospital de la ciudad como consecuencia de la gravedad de las heridas sufridas en la cara al recibir un fuerte puñetazo de un jugador de Regional Preferente al término de un encuentro. Todo ocurrió en un partido de regional

OTRAS AGRESIONES:

El estadio de Castalia fue clausurado por cuatro encuentros y hubo que jugar los ocho minutos que restaban del partido de Copa Castellón-Valencia, en octubre 2003, en un antecedente similar al ocurrido el miércoles en Mestalla, donde el colegiado Carlos Megía Dávila suspendió el Valencia-Deportivo por la agresión que sufrió uno de sus jueces de línea, en el minuto 44.
El 7 de octubre de 2003, Téllez Sánchez suspendió el encuentro, en el minuto 82 y con 1-1 en el marcador, tras ser alcanzado por la batería de un teléfono móvil lanzado desde la grada, después de que señalase un penalti a favor del Valencia.

Competición calificó los incidentes como "muy graves", impuso cuatro partidos de clausura a Castalia y dispuso que se jugasen, en el mismo campo y a puerta cerrada, los ocho minutos que restaban del encuentro, que se reanudó con el lanzamiento de la pena máxima señalada en su momento.
Mista lanzó el penal y lo rechazó Raúl Giménez, pero el rechace lo recogió Rubén Baraja y estableció el 1-2. Tres minutos después, el uruguayo Fabián Canobbio marcó el definitivo 1-3 que dio el pase a los dieciseisavos de final al Valencia.

En la Liga española también existe el antecedente de la agresión que sufrió el árbitro José Merino González en el estadio Vicente Calderón, en diciembre de 1991, cuando fue alcanzado por un vaso de plástico con cerveza lanzado desde la grada, durante el partido de Liga Atlético de Madrid-Sevilla.
Como consecuencia de este hecho, el Atlético sufrió el cierre de su campo por un encuentro y recibió una multa de 500.000 pesetas.

ANTECEDENTES EN EL MUNDOLa agresión al árbitro sueco Anders Frisk, en el descanso del partido Roma-Dinamo Kiev de la UEFA Champions League, el 15 de septiembre de 2004, y la que sufrió un juez de línea, en el Estrasburgo-Metz, de la Liga francesa, disputado en diciembre de 2000, son precedentes europeos en los que los conjuntos locales fueron sancionados después de que fuese alcanzado el trío arbitral por objetos lanzados desde las gradas.



La agresión contra el colegiado sueco Anders Frisk La UEFA sancionó al Roma con la pérdida de su partido contra el Dínamo Kiev (0-3) y obligó al equipo italiano a disputar sus dos siguientes encuentros de la Liga de Campeones a puerta cerrada, después de que el árbitro sueco Anders Frisk fuese alcanzado por un objeto lanzado desde la grada, que le provocó una brecha en una ceja cuando se retirada al vestuario al concluir el primer tiempo.
Cuatro años antes, el 21 de diciembre de 2000, la explosión de un petardo junto a la juez de línea Nelly Viennot provoca la suspensión del partido Estrasburgo-Metz, de la Liga francesa, cuando los locales ganaban por 1-0.

El hecho provocó una auténtico culebrón en la justicia deportiva francesa.
Así, el 30 enero de 2001: La Comisión de Apelación de la LNF decidió declarar perdido para ambos equipos, al reconocer que ambas aficiones tuvieron responsabilidad en los altercados.
El 2 marzo de 2001, la Comisión de Apelación de la FFF decidió que el partido fuese repetido a puerta cerrada y sancionó al Estrasburgo con la pérdida de 3 puntos.

El 15 marzo de 2001, el Consejo Nacional Olímpico Francés emitió un informe favorable a retirar la sanción al Estrasburgo y, un día después, la Federación Francesa restituyó los tres puntos al Estrasburgo.

Promesas:Sofiane Feghouli

Nombre: Sofiane Feghouli
Fecha de nacimiento: 26/12/1989 (19 años)
Posicion: Mediocentro/mediapunta
Club: Grenoble (Ligue 1,primera division francesa)
Internacional Sub-21 con Francia,aunque sus padres son argelinos.
Lugar de nacimiento: Paris,Francia
Dorsal: 8
Altura: 1,78m
Peso: 72kg

Sofiane Feghouli puede que sea la promesa mas codiciada del mundo,le quieren equipos como el Manchester United,Inter,Juventus,Chelsea,Arsenal,Sevilla o Atletico de Madrid.
Y no es para menos,es un jugador sobresaliente,que recalo en las filas del modesto Grenoble,tras la negativa de el Paris Saint Germain,ahora deben estar tirandose de los pelos...
Debuto con el primer equipo del Grenoble,con tan solo 17 años,siendo el jugador mas importante de su equipo,el chaval es todo un idolo alli,y muchos ya le llaman el nuevo Zidane.
Ya ha sido llamado con la seleccion absoluta de Francia,pero no llego a debutar,aunque si es titular con la sub-21 ``blue´´.

Es un jugador de ultimo pase,de toque,de mover el balon,con un gran disparo,un lanzador de faltas mortifero,un jugador de buen paladar,un jugador para disfrutarlo,un chico que como muchos apuntan,podra estar en la cima del mundo en pocos años.
Asi que vayan apuntando ese nombre señores:Sofiane Feghouli

Fc Start el equipo que prefiero morir antes que perder

La historia del fútbol mundial incluye miles de episodios emotivos y conmovedores, pero seguramente ninguno sea tan terrible como el que protagonizaron los jugadores del Dinamo de Kiev en los años ’40.En estas líneas se contará, a modo de homenaje, la historia de los jugadores del Dinamo que jugaron un partido sabiendo que si ganaban serían asesinados, y sin embargo decidieron ganar. En la muerte dieron una lección de coraje, de vida y honor, que no encuentra, por su dramatismo, otro caso similar en el mundo.

Para comprender su decisión, es necesario conocer cómo llegaron a jugar aquel decisivo partido, y por qué un simple encuentro de fútbol presentó para ellos el momento crucial de sus vidas.

Todo comenzó el 19 de septiembre de 1941, cuando la ciudad de Kiev (capital ucraniana) fue ocupada por el ejército nazi, y los hombres de Hitler desplegaron un régimen de castigo impiadoso y arrasaron con todo. La ciudad se convirtió en un infierno controlado por los nazis, y durante los meses siguientes llegaron cientos de prisioneros de guerra, a los que no se permitía trabajar ni vivir en casas, por lo que todos vagaban por las calles, en la más absoluta indigencia. Entre aquellos soldados enfermos y desnutridos, estaba Nikolai Trusevich, quien había sido arquero del Dinamo de Kiev.

Josef Kordik, un panadero alemán a quien los nazis no perseguían, precisamente por su origen, era hincha fanático del Dinamo. Un día caminaba por la calle cuando, sorprendido, miró a un pordiosero y de inmediato se dio cuenta de que era su ídolo: el gigante Trusevich.

Aunque era ilegal, mediante artimañas, el comerciante alemán engaño a los nazis y contrato al arquero para que trabajara en su panadería. Su afán por ayudarlo fue valorado por el arquero, que agradecía la posibilidad de alimentarse y dormir bajo un techo. Al mismo tiempo, Kordik se emocionaba por haber hecho amistad con la estrella de su equipo.

En la convivencia, las charlas giraban siempre sobre el fútbol y el Dinamo, hasta que el panadero tuvo una idea genial: le encomendó a Trusevich que en lugar de trabajar como él amasando pan, se dedicara a buscar al resto de sus compañeros. No sólo le seguiría pagando, sino que juntos podían salvar a los otros jugadores.

El arquero recorrió lo que quedaba de la ciudad devastada día y noche, y entre heridos y mendigos fue descubriendo, uno a uno, a sus amigos del Dinamo. Kordik les dió trabajo a todos, esforzándose para que no se descubriera la maniobra. Trusevich encontró también algunos rivales del campeonato ruso, tres futbolistas de la Lokomotiv, y también los rescató. En pocas semanas, la panadería escondía entre sus empleados a un equipo completo.

Reunidos por el panadero, los jugadores no tardaron en dar el siguiente paso, y decidieron, alentados por su protector, volver a jugar. Era, además de escapar de los nazis, lo único que podían hacer. Muchos habían perdido a sus familias a manos del ejército de Hitler, y el futbol era la última sombra que sobrevivía de sus vidas anteriores.

Como el Dinamo estaba clausurado y prohibido, le dieron a su conjunto un nuevo nombre. Así nació el FC START, que a través de contactos alemanes comenzó a desafiar a equipos de soldados enemigos y selecciones de la órbita del III Reich.

El 7 de junio de 1942, jugaron su primer partido. Pese a estar hambrientos y haber trabajado toda la noche, vencieron 7 a 2. Su siguiente rival fue el equipo de una guarnición húngara y le ganaron 6 a 2. Luego le metieron 11 goles a un equipo rumano. La cosa se puso seria cuando el 17 de julio enfrentaron a un equipo del ejército alemán y lo golearon 6 a 2. Muchos nazis empezaron a molestarse por la creciente fama de este grupo de empleados de panadería y le buscaron un equipo mejor para terminar con ellos. Llego MSG húngaro con la misión de derrotarlos, pero el FC Start lo aplastó 5 a 1, y más tarde, ganó 3 a 2 en la revancha.

El 6 de agosto, convencidos de su superioridad, los alemanes prepararon un equipo con miembros de la Luftwaffe, el Flakelf, que era un gran equipo, utilizado como instrumento de propaganda de Hitler. Los nazis habían resuelto buscar el mejor rival posible para acabar con el FC Start, que ya había ganado gran popularidad en el pueblo sometido. La sorpresa fue mayúscula, sin embargo, porque pese a las patadas de los alemanes, el Start venció 5 a 1.

Luego de esa escandalosa caída del equipo de Hitler, los alemanes descubrieron la maniobra del panadero. Desde Berlín llego la orden de matarlos a todos, pero los jerarcas nazis no se contentaban con eso. No querían que la última imagen de los rusos fuera una victoria, porque pensaban que matándolos así no harían más que perpetuar la derrota alemana.

La superioridad de la raza aria, en particular en el deporte, era una obsesión para Hitler y los altos mandos. Por esa razón, antes de fusilarlos, querían ganarles en la cancha.

Con un clima tremendo y amenazas por todas partes, para el 9 de agosto se anuncio la revancha, en el repleto estadio Zénit. Antes del choque, un oficial de la SS entró en el vestuario y dijo en ruso: “soy el árbitro, respeten las reglas y saluden con el brazo en alto”, exigiéndoles que hicieran el saludo nazi.

Ya en el campo, los futbolistas del START (camiseta roja y pantalón blanco) alzaron el brazo, pero en el momento del saludo se lo llevaron al pecho y en lugar de decir “!Heil Hitler¡”, gritaron”!Fizculthura¡”, un eslogan soviético que proclamaba la cultura física. Los alemanes (camiseta blanca y pantalón negro) marcaron el primero gol, pero el Start llego al descanso ganando 2 a 1.

Hubo más visitas al vestuario, esta vez con armas y advertencias claras y concretas: “si ganan, no queda nadie vivo”. Los jugadores tuvieron mucho miedo y se plantearon no salir al segundo tiempo. Pero pensaron en sus familias, en los crímenes que se cometían, en la gente sufrida que en las tribunas gritaba por ellos. Y salieron. Les dieron a los nazis un verdadero baile. Hacia el final del partido, cuando ganaban 5 a 3, el delantero Klimenko quedo mano a mano con el arquero alemán. Lo eludió y al estar solo frente al arco, cuando todos esperaban el gol, se dio vuelta y pateó hacia el centro del campo. Fue un gesto de desprecio, de burla, de superioridad total. El estadio se vino abajo.

Como todo Kiev hablaba de la hazaña, los nazis dejaron que se fueran de la cancha como si nada hubiera ocurrido. Incluso el Start jugó a los pocos días y le ganó al Rukh 8 a 0. Pero el final estaba escrito: tras ese último partido, la Gestapo visitó la panadería.

El primero en morir torturado fue Kortkykh. Los demás arrestados fueron enviados a los campos de concentración de Siretz. Alli mataron brutalmente a Kuzmenko, Klimenko y al arquero Trusevich, que murió con su camiseta puesta. Goncharenko y Sviridovsky, que no estaban en la panadería, fueron los únicos que sobrevivieron, escondidos, hasta la liberación de Kiev en noviembre del ’43. El resto del equipo fue torturado hasta la muerte.

Ésta es la historia del dramático “Partido de la Muerte”. El cineasta John Huston se inspiró en este hecho real para rodar su película “Escape a la victoria”. En el film hizo lo que no pudo el destino: salvar a los héroes.

Todavía hoy, los poseedores de una entrada para aquel partido tienen derecho a un asiento gratis en el estadio del Dinamo de Kiev.

En las escalinatas del club, custodiado en forma permanente, se conserva actualmente un monumento que saluda y recuerda a aquellos héroes del Start, los indomables prisioneros de guerra del Ejército Rojo a los que nadie pudo derrotar durante una decena de históricos partidos, entre 1941 y 1942.

Los mataron entre torturas y fusilamientos, pero hay un recuerdo, una fotografía que, para los hinchas del Dinamo, vale más que todas las joyas del Kremlin. Allí figuran los nombres de los jugadores y una leyenda: “De la rosa solo nos queda el nombre”.

En Ucrania, los jugadores del FC Start hoy son héroes patrios y su ejemplo de coraje se enseña en los colegios. En el estadio Zenit una placa reza “A los jugadores que murieron con la frente en alto ante el invasor nazi”.

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