lunes, 14 de marzo de 2011

Georgia mira al futuro

El pequeño país de Georgia nunca se ha caracterizado por su buen fútbol o sus éxitos logrados en el deporte rey, desde la creación de la selección georgiana en 1990 tras la caída de la Unión Soviética, el conjunto conocido popularmente como “los cruzados” jamás ha logrado clasificarse para una fase final.



Para cualquier pequeño país ya es difícil destacar entre las grandes potencias pero eso resulta todavía más complicado si se tiene en cuenta que en Georgia el fútbol no es el deporte nacional, en el país del Mar Negro, predomina cómo primer deporte el ajedrez seguido de cerca por el boxeo.
La atención prestada al fútbol era minoritaria pero poco a poco la afición ha ido creciendo, logrando convertirse ya en uno de los principales deportes.

La tendencia perdedora de la selección georgiana siempre ha sido llevada con naturalidad, el país nunca ha tenido estrellas mundiales en sus filas, el mejor jugador de la historia es el ex-jugador del AZ Alkmaar, Ajax, Rangers o Levante, Shota Arveladze.
El georgiano disputó la temporada 2007/2008 con el Levante, por aquellas ya era el mejor jugador de la historia georgiana, además posee el honor de ser el máximo goleador del combinado nacional con 22 goles.
Siguiendo a Arveladze, la segunda leyenda georgiana es el centrocampista Temuri Ketsbaia, entre otros conjuntos jugador del Newcastle.
Temur Ketsbaia no ha dejado de aportar al fútbol georgiano, ya que actualmente es el seleccionador del combinado nacional, un entrenador que sucede a excelentes entrenadores cómo Hector Cúper o el francés Alain Giresse.

Pero esas leyendas georgianas parece que les queda poco para ser superadas, una nueva hornada de futbolistas parecen destinados a cambiar la historia del fútbol georgiano y liderar a la modesta selección a pelear por la clasificación a alguna fase final.
Los aficionados georgianos se encuentran esperanzados ante el futuro de su selección, ante ellos tienen a la mejor generación del fútbol georgiano, una generación comandada por Zhano Ananidze, Levan Kenia o Levan Mchedlidze.

La actual columna vertebral la conforma un grupo de veteranos y jóvenes, una mezcla que tan buenos resultados ha dado a otros combinados.
Entre los veteranos se encuentran jugadores más que válidos cómo el ex-milanista y actual jugador del Génova, Kakha Kaladze, el centrocampista del Hertha de Berlín, Levan Kobiashvili, el centrocampista del Karlsruher SC Alexander Iashvili o el central del Blackburn Rovers, Zurab Khizanishvili.
Tras este grupo de veteranos, se encuentran jugadores cómo Malkhaz Asatiani, el central del Lokomotiv de Moscú y sin duda uno de los mejores jugadores de la selección, el jugador del Volga Lasha Salukvadze, el centrocampista del Spartak Nalchik, Gogita Gogua o el delantero del mismo conjunto que Gogua, David Siradze.
Estos últimos son jugadores con experiencia, sin llegar a ser veteranos cómo Kaladze o Kobiashvili son jugadores de calidad y con años de fútbol europeo a sus espaldas.



Pero lo que más destaca en la actual selección, son los jóvenes jugadores, la nueva generación de oro georgiana, destinada a cambiar el rumbo del fútbol de su país.
Una generación encabezada por Zhano Ananidze, jugador del que hablamos en la sección de promesas ya hace mucho tiempo, el mediocentro del Spartak de Moscú es una de las grandes revelaciones del fútbol ruso y se ha convertido en un jugador codiciado.
Llamado a acabar en un grande europeo, Ananidze posiblemente acabará retirándose cómo el mejor jugador georgiano de la historia, con sólo 18 años es posiblemente el jugador más técnico y de mayor calidad del combinado.

Su fútbol de toque y velocidad combina perfectamente con la otra gran estrella joven, el mediapunta del Schalke, Levan Kenia, un jugador en el que los aficionados de Gelsenkirchen tienen depositada mucha esperanza, debido a su velocidad, cambio de ritmo, toque de balón y visión de juego.
A ellos se les une el delantero del Émpoli, Levan Mchedlidze, jugador que disputa el Calcio, el ex-jugador del Palermo se trata de todo un rematador, con tan sólo 20 años ya ha disputado doce encuentros y ha logrado anotar un gol con la selección.

Detrás de esos tres se encuentran otros jóvenes destinados a ser fijos en la selección, cómo el portero del Le Mans, George Makaridze, el defensa del Benfica de tan sólo 18 años, Bakar Mirtskhulava, el mediocentro del Lokomotivi Tbilisi, Zakaria Beglarishvili, el jugador de 18 años del Baia, Nika Dzalamidze, el centrocampista del Zürich, Georgi Ivanishvili o el medio del Friburgo, David Targamadze.
También destaca un jugador que todavía no forma parte del primer conjunto georgiano pero que seguro que pronto liderará a la selección junto a Ananidze o Kenia, se trata de un chaval de 17 años llamado Giorgi Chanturia, fichado por los juveniles del Barcelona hace dos temporadas y actual jugador del conjunto holandés entrenador por Albert Ferrer, el Vitesse.
Chanturia es una sensación en Georgia, se trata de un delantero hábil, muy rápido y potente, las comparaciones ya han comenzado a salir y muchos dicen que se parece a Zlatan Ibrahimovic, de momento es pronto para sacarle parecidos con el sueco, pero seguro que pronto dará que hablar.

Los aficionados georgianos contemplan con alegría una generación jamás vista en el fútbol georgiano, de ellos se espera que puedan cambiar el modesto rumbo del fútbol de “los cruzados”.

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