Tonterías aparte, Suíza salió con un planteamiento defensivo que por momentos llegó a recordar al de Estados Unidos en la pasada Copa Confederaciones.
La aglomeración de piernas por el centro del campo evitó los pases imposibles de Xavi, Iniesta y compañía.
Los medios españoles se vieron ahogados por los numerosos defensores suizos y realmente sólo encontraron un recurso en Jesús Navas, el sevillano lo intento una y otra vez, con más o menos suerte, pero desde que entro al terreno de juego fue el foco de juego del equipo español, la mayoría de las jugadas acababan en un centro de Jesús Navas despejado por la defensa suíza.
Personalmente eche de menos a Fernando Llorente, este era su partido, los balónes colgados sin cesar por Navas tendrían en el riojano al perfecto rematador.
Pero la visión de este partido no puede ser sólo negativa, nos quedamos con el estilo de la selección, el equipo nunca llegó a renunciar a su propia mentalidad futbolística, algo de lo que debemos estar orgullosos.
Ottmar Hitzfeld tiene que estar tremendamente orgulloso de sus chicos ya que todos han relizado su trabajo a la perfección, un trabajo que se vió recompensado con el gol de Gelson Fernandes.
Destacaría a Eren Derdiyok, el del Leverkusen volvió loca a nuestra defensa la mayoría de las veces y al veterano Nkufo, estuvo inmenso por alto, ganó casi todos los balónes.
Las cosas se nos complican pero yo confío plenamente en "La roja" y su capacidad de reacción.
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