Livorno es una ciudad obrera, puerto industrial y cuna del Partido Comunista Italiano. Por esto, ser de Livorno y ser de izquierda es algo natural. Allí nació Cristiano Lucarelli, un niño que soñaba con ser futbolista. Su padre era cargador portuario, afiliado al sindicato y militante del partido. El niño Cristiano estuvo rodeado desde nacer por banderas rojas del PCI y del Livorno, el equipo de la ciudad.
A los 22 años llegó a la primera división, jugando con el Perugia. Luego pasó por Cosenza, Padua y Atalanta. Su fructífera carrera como delantero hizo que fuese fichado por el Valencia de España. Volvió a Italia donde pasó por el Lecce y el Torino. Al finalizar la temporada 2002-2003, el equipo de su ciudad natal, el Livorno ascendió a la segunda categoría. Este hecho marginal para el fútbol italiano cambiaría el rumbo del joven Lucarelli, quien quería volver a su casa natal, donde nunca había jugado. El Livorno no podía pagarle más que un modesto salario, pero Lucarelli aceptó, rechazando ofertas millonarias y la fama y comodidad de otros clubes. Este hecho es relatado en el libro “Quédense con sus millones”.
Cristiano Lucarelli, el futbolista comunista.En la temporada 2003-2004 Lucarelli fue el goleador del campeonato, logrando el milagro de cumplir el sueño de los livorneses: ganar la liga y ascender a primera categoría. No sólo ganó el campeonato, el titulo de goleador y la capitanía del equipo, sino también el cariño y simpatía de toda la ciudad, pues Cristiano Lucarelli siempre se ha declarado izquierda, de la clase trabajadora, y ha llegado a apoyar, recurriendo incluso a su bolsillo, obras benéficas y huelgas de obreros.
Lucarelli había jugado en la selección italiana sub `21 en 1997, con la cual anotó diez goles en la misma cantidad de partidos. El gol que anotó frente a Moldavia lo celebró mostrando la camiseta con la efigie del Che Guevara que portaba por debajo de la oficial, imagen que se vio televisada en directo, y lo que le valió la censura de los dirigentes del calcio, quienes presionaron para evitar nuevas convocatorias de Lucarelli en los seleccionados nacionales. Solo hasta 2005 volvería a lucir la azzurra.
Con su debut en primera con Livorno Lucarelli se proclamó máximo goleador del campeonato 2004-2005, luciendo el número 99, año de fundación de las Brigadas Autónomas Livornesas (BAI), la barra del club toscano. Sus goles, que festeja con el puño izquierdo en alto, garantizaron que el equipo izquierdista permaneciera en primera categoría, algo que nadie esperaba. Y más aún, se clasificó a la copa UEFA, campeonato en el cual, con un equipo luchador y compacto, llegó a rondas finales.
Las Brigadas Autónomas Livornesas (BAL), ultras del Livorno:
En octubre de 2005, el alcalde de Livorno organizó el encuentro de Lucarelli con la hija del Che, Aleida Guevara, quien visitaba Italia para recoger fondos para el hospital pediátrico cubano donde trabaja. Entre un entrenamiento y otro, el jugador comunista sacó tiempo para entrevistarse con ella, quien también se reunió con líderes de las BAI, que usan banderas con la imagen del comandante cubano-argentino. Aleida aseguró que “ese rostro es un símbolo de lucha. Espero que no se quede sólo en un mito, sino que sea un emblema para crear un mundo mejor”.
Ultras de Irriducibili,la IRR(Lazio):
Pero si la izquierda tiene a la Livorno y a Lucarelli, la derecha tiene a la Lazio y a Paolo Di Canio, fascista confeso que llegó a ser penalizado por realizar el saludo fascista durante la celebración de un gol. Di Canio es el ídolo de los hinchas de Lazio, de marcada tendencia ultraderechista. Estas adhesiones hicieron que el juego Livorno-Lazio fuera todo un clásico con tintes políticos, donde se jugaba más que el resultado.
En julio de 2007 Lucarelli termino su ciclo en Livorno y partió al fútbol ucraniano, no sin antes hacer una promesa: invertir la mitad de su sueldo anual de cuatro millones de euros en un diario local de la ciudad para la creación de nuevos empleos. Fiel a su ideología y a su hinchada, cumplió con ello.
Los dos extremos:
Comunistas del Livorno:
Fascistas del Lazio:
El deporte deberia ser solo eso...DEPORTE
Y dejar al lado los problemas e intereses politicos,pero claro,esa solo es la humilde opinion de un autor de un blog como que bello es el futbol.
Eso a mi no me gusta:comunismo y fascismo.
ResponderEliminarEl deporte es algo y eso otra cosa...
puajj
buen articulo¡¡
Di Canio es un hijo de...
ResponderEliminary no lo digo pa ke no me borren el mensaje
pero todos los fachas dan askooo
viva los antifas
viva el athletic de bilbaoo
Como dije en la noticia,el deporte no deberia verse influenciado.
ResponderEliminarYo creo que cualquier pensamiento elevado a lo radical es perjudicial.
Gracias por los mensajes ;)
la que te pario fadanculo viva el livorno y la u de chile como aca vamos bulla y q los fachos se pudran y para q decir los huequelis je
ResponderEliminarhaaa y el futbol esta politizado casi todos los dirigentes de las federaciones son fachos consabidos y por eso le pena este equipo en italia no deja que se ahueque la mente de los italianos
ResponderEliminarPAOLO DI CANIO UNO DE LOS MEJORES DELANTEROS DE LA HISTORIA!!!!!!! Y MAS CONTROVERSIALES CLARO
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