Rafa Benítez no se conforma con la plantilla de que dispone en estos momentos. Tras rubricar su renovación con el Liverpool, y pese a mantener al equipo vivo tanto en la Premier como en la Champions, el técnico madrileño planifica ya la próxima temporada. Y en su lista de la compra destaca sobre todos un nombre: el de Arjen Robben.
La recuperación para el fútbol de alto nivel que el extremo holandés ha confirmado esta temporada parece haber decidido a Benítez a apostar por Robben, un futbolista que ha sido siempre de su agrado. Según el Daily Star, el técnico red dispondrá de 30 millones de libras para fichar este verano, y no le importaría destinar 20 (unos 22 millones de euros) a la contratación del zurdo holandés.
Evidentemente, la salida de Robben de Chamartín no se antoja sencilla. En primer lugar, porque éste está siendo su primer buen año en el Madrid –superado el calvario de las lesiones–, sin olvidar que su venta puede suponer un duro golpe en el inicio del mandato del próximo presidente blanco.
Arjen Robben llegó al Real Madrid en 2007 de la mano de Ramón Calderón. El Real Madrid desembolsó 36 millones de euros para su traspaso desde el Chelsea inglés. En su primera temporada, pese a sus problemas físicos, se erigió en un jugador clave en los partidos en los que el Real Madrid se aseguró su trigésimo primer título de Liga. Esta temporada, liberado del lastre de las lesiones, se ha confirmado como el jugador más desequilibrante de la plantilla madridista.
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