¿Corre la liga española el riesgo de convertirse en la nueva liga escocesa?

Hoy he acudido al estadio de Riazor como habitualmente hago cuando mi club, el Depor, juega como local.
Se trataba de una fecha un tanto especial, como todos sabéis, el Depor se ha medido al FC Barcelona, en un encuentro que ha resultado 0-4 a favor de los blaugranas, demostrando un control del juego absoluto, como los de Guardiola nos tienen acostumbrados.
Dejando a un lado la clara victoria del conjunto catalán, también debo acentuar la pena que me produjo encontrarme con un gran número de seguidores del Barça en nuestro campo, haciendo de Riazor casi un campo neutral y no el estadio del Deportivo.
Ni mucho menos tengo manía a los aficionados culés, pero si me duele recibir un gol y escuchar a mi propio estadio festejarlo, pese a no tratarse de los aficionados deportivistas.



Centrándonos en lo que quería comentar, instantes antes del duelo, los Riazor Blues han desplegado una pancarta que ha arrancado un buen puñado de aplausos entre los presentes, una pancarta que rezaba lo siguiente: “Non queremos outra liga escocesa”.
A la vez, junto al lema se podían apreciar claramente los escudos del Barça y Real Madrid tachados con una “X” roja.
Los Blues no se anduvieron con rodeos y mostraron lo que realmente pensaban de las últimas temporadas en la liga española, una liga que cada vez se vuelve más cosa de dos.

¿Realmente corre la liga española el riesgo de convertirse en algo parecido a la Scottish Premier?
Una liga donde año tras año se la disputan los dos clubes de la ciudad de Glasgow, Celtic y Rangers.
Como todos sabemos las posibilidades de hacerse con el título por parte de los otros conjuntos escoceses son casi nulas, lo que convierte a la liga escocesa en una competición dónde prácticamente se decide el campeonato en los enfrentamientos directos entre los equipos de la capital.
Algo que convierte la competición en previsible y aburrida.

Todavía recuerdo como si fuera ayer como clubes modestos en comparación a los dos grandes se colaban en la parte alta de la tabla dándole una gran emoción a la liga y complicándole muchísimo las cosas a los grandes candidatos, algo que embellecía la competición y la dotaba de un gran interés.
Clubes como mi Deportivo, Valencia o Atlético de Madrid principalmente, sin olvidarnos de buenos años de la Real Sociedad, Athletic de Bilbao o incluso Mallorca.
Me refiero a la década de los 90´ y principios del Siglo XXI, una época donde el Atlético ganaba el doblete, el Deportivo se convertía en el SúperDépor, la Real Sociedad sorprendía de la mano de Nihat y Kovacevic y el Valencia plantaba cara con Rafa Benítez en el banquillo y jugadores de la talla de Aimar o Ayala sobre el campo.
Se trataban de equipos dispuestos a luchar por el título liguero hasta el final, equipos que finalmente consiguieron ganar la batalla como el Deportivo, Valencia o Atlético o otros que se quedaron por muy poco a las puertas de la gloria.

Aquellos años parecen quedar ya muy atrás, Madrid y Barça aprietan el acelerador y siempre logran quedar muy por encima de sus demás rivales, jugándose el título entre ellos dos.
Al más puro estilo Celtic-Rangers…

¿Qué le interesa a la liga española, dos potencias muy por encima del resto o una liga con dos favoritos pero con otras posibilidades reales al título?
¿Realmente deseamos una Scottish Premier en versión ibérica?

En mi opinión, odio ver la gran diferencia de puntos que separan al Madrid y Barça del tercer clasificado, algo que normalmente habla mal de una la liga.
A este paso provocaremos que el nivel de los pequeños vaya decayendo todavía más, cuándo lo que realmente deberíamos fomentar es su constante crecimiento.
Muchos clubes españoles también se posicionan en contra de la gran diferencia existente actualmente, exigen condiciones para igualar un poco más los beneficios de unos y otros.

Real Madrid y Barcelona se llevan siempre el gran pastel, dejando para los demás unas simples migajas, algunos pensarán que es lo justo, para eso son los grandes.
Pero de esta forma lo único que conseguimos es hacer todavía más grandes los grandes y más pequeños los pequeños.
¿Realmente interesa ver semana tras semana goleadas por parte de los dos grandes?¿Queremos dos ligas en una o deseamos una liga igualada y con posibilidades?

Tenemos unos datos en cuanto a los ingresos televisivos que confirman cómo los grandes se enriquecen todavía más mientras los pequeños se ahogan.
Mientras el Real Madrid y Barcelona ingresan 140 millones de euros, clubes como el Athletic de Bilbao ingresan 17 millones o el Deportivo ingresa la paupérrima cifra de 14 millones.
Si a equipos como el inglés Stoke City se le ofrecieran 14 millones por sus derechos televisivos, sencillamente nos darían con la puerta en los morros.
La cifra ingresada por los “Potters” ha ascendido a 41 millones de euros, tratándose de un club que se encuentra entre los modestos, ingresa una cifra muy superior a la recibida por uno de los clubes punteros como el Sevilla, una cifra que asciende a tan sólo 24 millones.

La gran diferencia se encuentra en que el Real Madrid cobra 140 millones, mientras en Inglaterra, el Manchester United, club inglés que más cobra, ingresa la cifra de 58´2 millones, bastante menos de la mitad de lo que ingresan los merengues.
De esta forma, en la Premier se encargan de mantener la competitividad, de no hacer crecer desmesuradamente a los grandes y de intentar ayudar a crecer a los pequeños.
Con esta medida se fomenta la competitividad entre todos los equipos de la competición, dentro del terreno de juego y fuera de ellos, permitiendo en los despachos a modestos como el Stoke City desembolsar millones en fichajes y sueldos, algo que suena a sueño para los pequeños españoles.

Realmente el modelo inglés es el correcto, yo todavía espero el día en el que en España nos enteremos antes de que sea demasiado tarde y de esta forma podamos rectificar a tiempo e implantar un modelo de repartición equitativo y justo.
Bastantes clubes españoles se han unido a una campaña para lograr una repartición justa, personalmente cruzo los dedos, ese tipo de repartición sería un motivo más que suficiente para convertir a la nueva liga escocesa en simplemente la liga española.

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